Por Juan Tomás Valenzuela
Entre el nieto de Trujillo
y Ana, la presentadora,
¿Que es lo que nos falta ahora,
colgarnos por el galillo?
Lo que se vé no es sencillo,
no sé si lo habrán notado.
Estamos acorralados
entre el robo, corrupción,
la falta de solución
y un pueblo mal educado.
La llegada del mesías
no auguraba nada bueno.
Trajeron a este moreno
a ver si con brujería,
agenciaba una amnistía
a los problemas divinos,
y después de este adivino,
vieron que era más sencillo
traer al nieto de Trujillo
con su fama de felino.
Pues, no tenemos 3 horas
con el nieto del tirano
y nos meten de trasmano
a esta cool presentadora,
que en su rol de orientadora
a este pueblo macondiano,
trae un discurso bacano
a modo de solución,
poniendo la educación
como un recurso profano
Este penco mujerón
experta en no se que cosa,
dice con perfecta prosa
que no importa educación.
Basta con la operación
de sus pechos o de sus nalgas,
para que de una vez salga
de todo este oscurantismo
y que adopte el artitismo
como profesión hidalga.
12 diciembre 2017